Marzo 13 de 2023

“Mis corazones, mis hijos amados: Yo os bendigo a vosotros en nombre de Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo… Yo soy vuestra Madre María, la Inmaculada Concepción y siempre Virgen, la madre de Jesús y vuestra Madre…

En este tiempo hijos, este corazón de madre os llama mis amores… Yo, como vuestra madre, solo deseo la salvación de vuestras almas, por eso os llamo a la verdadera conversión, al arrepentimiento… Enmendad hijos, todo aquello que ha sido herido y dañado… Buscad en vuestras almas la reconciliación a través de la gracia… Sed buenos hijos y atended al llamado de esta madre que solo desea llevaros al cielo…

¡Orad!… ¡Orad!… ¡Orad hijitos!… Mis palabras las sentís como repetitivas, más son las palabras de una madre que os exhorta hijos… ¡Penitencia!… ¡Sacrificio!… ¡Rezad el rosario!…

Mis hijos: Este tiempo es un tiempo decisivo para la humanidad… ¡Cuántos han querido callar mis palabras!… Hoy, como madre, vengo a mis hijos para que miréis al que es, mirad a Jesús, a Jesús Sacramentado… Alimentaos de su cuerpo y su sangre… Pedid la luz del Espíritu Santo y convertid vuestras vidas en obras que agradan a Dios…

Es el tiempo del que yo misma os he hablado… Preparad vuestros corazones para estos días del tiempo litúrgico que vivís para la Semana Mayor y, así mismo, para la pascua… Preparad vuestros corazones hijos para este tiempo… Sed buenos niños… No os digo más… Mi corazón os espera para que os refugiéis allí… Todo podéis ofrecerlo y, en la esperanza hijos de mi corazón, y con vuestras buenas obras y vuestra oración, encontraréis el sendero de la luz, de la paz y de las promesas de Dios que se cumplen, pero es necesaria vuestra verdadera conversión…

Adiós, mis hijos, os amo y os bendigo… Mi llamado, como os lo dije, es el llamado de una madre a sus más pequeños hijos… ¡No os dejéis confundir!… Os amo y os bendigo… Bendiciones… Bendiciones… Bendiciones…”